LAS ORDENANZAS NO SON UN TRAJE A MEDIDA – Pimeco

LAS ORDENANZAS NO SON UN TRAJE A MEDIDA

LAS ORDENANZAS NO SON UN TRAJE A MEDIDA

En Palma, se ha puesto de moda el metro, la unidad del sistema métrico decimal que mide la longitud. Ya no se utiliza la antigua y típica cinta amarilla con la que abuelas y madres tomaban las me
didas, y que todavía utilizan los sastres más prestigiosos para hacer más precisos los trajes. Ahora esa cinta amarilla enrollable se ha sustituido por un aparato láser que permite, tan solo pulsando un botón, medir con la precisión de un reloj suizo la distancia que le indiquemos. El haz de luz roja no falla.

Con el medidor láser en una mano y las ordenanzas municipales, en la otra, los inspectores del Ajuntament de Palma se pasean midiendo todas y cada una de las calles de nuestra ciudad. ¿Para qué? Se preguntan muchos. Fácil. El punto 17.3 de la ordenanza de Ocupación de la Vía Pública dice que los restaurantes y cafeterías ubicados en calles inferiores a 2.5 metros no pueden haber mesas ni sillas ocupando la vía.

Según informa la prensa, los restaurantes Casa JulioyCan Caparrothan dejado de contratar a un total de 6 personas por  21 centímetros.  A la calle de Casa Juliole faltan 15 centímetros y a la de Can Caparrot, 6 centímetros para poder sacar mesas fuera y contratar más personal. Como ven el láser no falla. Lo que falla es sentido común.

Los comercios también estamos recibiendo, este verano, la visita de un inspector que, de nuevo con la ordenanza municipal en la mano, se encarga de controlar que cualquier ornamento, publicitario o no, que ocupa la vía pública sea retirado inmediatamente. Los comerciantes cumplimos la orden. Dicho y hecho. Hay que cumplir las normas. Pero, al hacerlo, desde Pimeco nos preguntamos: ¿se miden también los metros de vía pública que ocupan los manteros?

Nuestra propuesta es que frente al top mantase apliquen los mismos métodos de control y ordenanzas que se nos aplican a nosotros; que se midan  todos y cada uno de los metros que ocupan en la vía pública los vendedores ambulantes ilegales que, mesa en ristre, usan la calle para vender sin tener licencia para ello. Nos gustaría que con ellos también se use el láser como juez.  Ni más ni menos. Vamos a ser justos, como el sistema métrico decimal.

Y puestos a ser justos y tan imparciales como el láser, también  nos gustaría que la policía controle y multe a todas aquellas personas que se desplazan en medios de trasporte mecánicos –bien sean bicicletas, monopatines o seagways– a través de calles peatonales o, peor aún, sobre las aceras. La ordenanza también lo prohíbe.

Las ordenanzas deben ser cumplidas por todos. Así nos lo dijo el alcalde en nuestra última reunión. Estamos de acuerdo. Todos. Lo contrario es hacer trajes a medida y, eso, la ley no lo permite.

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Premsa

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